Como aprender a tocar la armonica?


 

El primer paso de aprendizaje para tocar la armonica, es de adaptación al instrumento, ya que nos vamos a hallar con posturas musculares nuevas a las cuales seguramente no estábamos acostumbrados: determinadas posiciones de nuestra boca, cavidad bucal, lengua, garganta, así como la manera de respiración diafragmal y posturas musculares en general relajadas a nivel de todo nuestro cuerpo. Por eso más adelante en este artículo aludo por ejemplo lo importante que es comenzar tocando acordes en la armónica (tres celdas al mismo tiempo) para después que logramos comodidad con ellos, pasar de tocar tres notas al mismo tiempo a la técnica de ejecución de notas simples y limpias, es decir tocar de a una a la vez.  La idea es entonces ir acomodándonos gradualmente al instrumento y facilitarnos de esa forma el aprendizaje.
Respectivo con la adaptación al instrumento, el cuerpo conmemora todo aquello que repite. Es lo que técnicamente se denomina  memoria muscular. Cada vez que hacemos algo bien o mal el cuerpo lo va asimilando. Esto es muy legítimo para las principales técnicas que existen en la armónica: notas simples y bending , dado que a través de la repetición vamos aprendiendo lo que es correcto, vamos adquiriendo el “ buen hábito”. A medida que nos vamos acomodando al instrumento se mejora progresivamente por ejemplo en el caso de la embocadura correcta: posición de bloqueo correcta de los labios, y posturas correctas para la técnica del bending.
La armónica es substancialmente un instrumento melódico, por lo que se tocan sobre todo melodías o frases musicales, y por lo tanto vamos a convocar nuestros esfuerzos en la primera técnica y más significativo que es la de tocar notas simples, claras y con buen tono. En el blog veremos que existen fundamentalmente tres formas para tocar o tres tipos distintos de embocadura (la forma en que colocamos nuestros labios y boca sobre la armónica para producir sonido) y que son: bloqueo de labios (en inglés “puckering” o “lip blocking”), bloqueo con la lengua (“tongue blocking”) y bloqueo de lengua en manera de “U” (“tube tongue” o “U shape”). Se recomienda que se inicien, por su facilidad, utilizando la técnica de bloqueo de labios, más que nada para asimilar las técnicas básicas de cómo tocar notas simples y claras y después también para la técnica del bending. Más adelante podremos añadir a nuestro “repertorio técnico” la forma de tocar bloqueando con la lengua, para de esa forma poder tener las posibilidades que brindan ambas formas de ejecución, pudiendo alternar entre bloqueo de labios y bloqueo de lengua dependiendo del tema y de lo que queramos tocar. A la alternancia de estas dos embocaduras, le dicen en inglés “mixed embouchure” (“embocadura mixta“), y es lo que utiliza por ejemplo Charlie Musselwhite y que además usaban: Gary Primich, Paul Butterfield y Sonny Terry, entre otros.
Antes de comenzar a tocar melodías con notas simples, que en principio deberían ser sencillas y no muy rápidas, como mencionamos en el punto 1, podemos iniciarnos en la armónica tocando acordes (tres celdas a la vez) pero también contando los tiempos (duración de cada acorde) con la ayuda del pie o sino un metrónomo, de forma de introducirnos al ritmo musical y asimilarlo desde el principio del aprendizaje. No olvidemos que tarde o temprano podemos tener la oportunidad de tocar con una banda, donde uno de los aspectos fundamentales es el ir rítmicamente a la par de los demás integrantes de la banda. También, si tenemos un buen mando sobre el ritmo, le encontraremos mucho más sentido a lo que estamos tocando. Hoy en día, se pueden conseguir metrónomos digitales portátiles a muy buen precio, así como también en internet y de descarga gratuita. Al tocar con el metrónomo es significativo que esté a un buen volumen para poder escucharlo mientras practicamos, pues si tocamos muy alto y apenas lo escuchamos o ni siquiera lo oímos no sirve de nada.
En cuanto al tiempo requerido para practicar, podemos decir que lo más aconsejable sería hacerlo por un tiempo de 15 a 30 minutos por día, en lugar de practicar menos días pero durante más tiempo. No es muy provechoso practicar en un mismo día por mucho tiempo seguido (más de 1 hora). La idea sobre todo es lograr una continuidad en la práctica, una adecuada adaptación al instrumento y realmente disfrutar al practicar con la armónica, más allá de los problemas técnicas que siempre pueden presentarse.

Tips para tocar la armónica1.- Mientras toquemos es preciso mantenernos relajados. Siempre que utilizamos el término “relajado” lo aplicamos como lo opuesto a tenso. Al tocar la armónica las zonas de tensión más comunes y que hay que erradicar totalmente son los hombros, el cuello y de la cara principalmente los ojos y las mejillas. Una buena manera de verificar que no existan dichas tensiones es con la ayuda de un espejo. Cualquier tipo de tensión muscular que exista, va a hacernos desperdiciar energía cuando ejerzamos, lo cual no es nada bueno porque nos cansaremos más rápidamente, perjudicando la buena ejecución.
2.- Es significativo mantener siempre una correcta postura mientras estamos tocando. Además de la relajación que vimos en el paso anterior, es fundamental una postura adecuada que no genere tensiones musculares innecesarias, que podamos tocar cómodamente y que posibilite el libre pasaje del aire hasta y desde el diafragma. La posición o postura adecuada para tocar es: estando sentados, con la espalda lo más derecha que se pueda con la cabeza nunca para abajo sino mirando hacia delante (incluso un  poco hacia arriba), para posibilitar un buen uso de la respiración diafragmal y también evitar que ingrese un excedente de saliva a la armónica . Por su parte si practicamos estando parados, ha que ser en una posición lo más erecta posible, con la espalda derecha, sin dejar de estar relajados. La apartamiento de los pies debería ser igual o un poco menor al largo de los hombros, mientras que la distancia entre los codos tendría que ser prácticamente parejo a la de los hombros.
3.- Cuanto más dentro de la boca ubiquemos la armónica , sin perder el bloqueo (de labios) necesario para la nota simple, mejor será el tono obtenido y mejor se producirá el flujo de aire. Además cuanto más abierta esté la boca, el mayor espacio a nivel de la cavidad bucal crea una mayor cámara de resonancia, muy adecuada sobre todo para lograr el mejor tono de las notas más graves de la armónica.
4.- Existe un proceso de “ida y vuelta” entre las lengüetas de la armónica y los espacios resonantes ubicados dentro del cuerpo y en especial en la cavidad bucal, que posibilita por ejemplo posible el doblamiento de tonalidad propio de la técnica del bending. Si aisláramos la cavidad bucal de la armónica, soplando o aspirando pero utilizando una pajilla, vamos a escuchar un sonido bastante más “fino” o con menos graves que al tocar normalmente. La búsqueda del mejor tono acústico pasa por hallar los espacios resonantes más adecuados para cada lengüeta. En general, y en base a cómo están construidas las armónicas, los espacios resonantes óptimos son más sencillos de lograr en la parte del registro medio de la armónica: celdas 4 a la 7, seguidas por las del registro agudo: celdas 8 a la 10, siendo las notas más difíciles de lograr las que se encuentran en el registro grave: celdas 1 a la 3. Por eso es que cuando empiecen a practicar la técnica de tocar notas simples (de a una a la vez) limpias, les aconsejo comenzar por las notas que están entre las celdas 4 a la 7 inclusive, y en donde se encuentra la escala mayor completa que concierne a la afinación de la armónica (escala de Do mayor completa, si la armónica está afinada en Do). Para lo último dejaremos las notas del registro grave, y en especial las aspiradas, ya que estas notas son bastante sensibles al bending, y podemos sin querer emplear esta técnica por no hacer una adecuada cámara resonante interna. Por esta razón, si recién estamos comenzando con la armónica y probamos el sonido de la celda 2 aspirada, nos puede implicar un sonido “opaco” u “apagado” ya que sin querer estamos haciendo un leve bending (en este caso involuntario), pues a diferencia de cualquier nota del registro medio, la nota 2 aspirada para su sonido adecuado admite una única postura y espacio resonante que puede lograrse ampliando el espacio de nuestra cavidad bucal: bajando la mandíbula, abriendo la boca, aflojando los músculos de las mejillas y aspirando suave y libremente (sin restricciones) el flujo de aire.
5.- La armónica debe ponerse entre los labios pero nunca sobre los mismos, no sólo para facilitarnos el desplazamiento sino primariamente para aprovechar las celdas en su totalidad mejorando el tono, ya que de lo contrario quedaría el orificio de pasaje de aire más chico de lo que debería ser, consiguiendo la nota a un volumen por debajo del normal y el flujo de aire a un volumen alto que inclusive podría igualar o superar al de la propia nota que queremos tocar. Además de esto, es significativo mantener siempre el labio firme para no perder el bloqueo y húmedo contra la armónica para que en los movimientos de una celda a otra no posean fricciones, sobre todo en las armónicas con peine de plástico o metal. En cambio en las armónicas de peine de madera prácticamente no hay que humedecer muy seguido los labios, dado que el propio material del peine mientras tocamos persiste húmedo por más tiempo.
6.- En cuanto a la posición de la lengua, siempre que estemos utilizando la embocadura de bloqueo de labios, hay que conservarla en su posición relajada, o sea en el fondo o “piso” de la boca, con la punta de la lengua detrás de los dientes sin llegar a tocarlos. Al tocar acordes o notas simples, sin emplear bending o algún tipo de articulación específica, la lengua nunca cambia de dicha posición. La idea de esta posición de la lengua es posibilitar el libre pasaje del flujo de aire y lograr un adecuado tamaño de la cámara de resonancia en la cavidad bucal.
7.- Al tocar, siempre cuando tengamos que  desplazarnos sobre la armónica para tocar melodías, lo mejor es tratar de mover en principio únicamente la armónica y no la cabeza. Más adelante con la práctica, y teniendo mayor soltura en los movimientos, podemos probar de mover la cabeza e ir viendo cuál de los dos métodos nos resulta más eficiente. En mi caso, el movimiento de la armónica me posibilita tocar sin demasiada dificultad melodías por ejemplo de Bluegrass que solicitan más velocidad. Para comprobar que estamos moviendo la armónica o la cabeza podemos mientras tocamos mirarnos a un espejo. Lo que sí es significativo cuando nos desplazamos de una celda a otra contigua, es que la boca siempre la debemos dejar sobre la armónica y conservando el bloqueo para no perder el sonido limpio al pasar de una celda a la otra.
8.- Siempre es bueno tener cerca un grabador, sea de casete o digital o un micrófono conectado a la computadora, para poder aislar el sonido de la resonancia interna de nuestro cuerpo e ir demostrando cómo vamos evolucionando con las técnicas de notas simples y claras, notas con bending, efectos acústicos con la mano, tono acústico causado, entre otras.
9.- En la etapa primera de aprendizaje, por más que la ansiedad nos invada, debemos darle más importancia a la calidad del sonido que a la velocidad. Esto está en relación con lo primero que hablamos en este artículo, de ir avanzando en forma gradual. Como siempre digo, antes de educarse a multiplicar hay que saber sumar. Es preferible tocar primero lentamente y repetir varias veces los ejercicios antes que tocar de entrada a toda velocidad sin realmente tener un buen dominio. Asimismo cuando practiquemos al tocar temas que nos gusten, será provechoso los que estén en principio más accesibles, que cubran las técnicas que podemos dominar, primeramente sobre todo melodías cortas, directas y sencillas con notas simples sin bending, incluso para ver si podemos escucharlas, memorizarlas y después tocarlas solos.
10.-La respiración: este es un punto que debemos tener muy presente, obviamente por tratarse de un instrumento de viento. Más allá de su jerarquía, es algo que vamos a ir gradualmente incorporando y mejorando con la práctica. En la armónica como demás instrumentos de viento y al igual que los vocalistas, se usa la respiración abdominal utilizando el diafragma, un músculo que al desarrollarlo nos posibilita un mejor soporte que el de usar solo los pulmones, dándonos mayor resistencia y mejor tono, ya que el flujo de aire recorre un mayor trayecto que al usar la respiración torácica, mejorando la resonancia del sonido dentro del cuerpo y así el tono acústico final. Cuando inhalemos el aire al hacer una nota o acorde aspirado, éste tenemos que sentirlo que llega al diafragma, que se expande o agranda (se hincha la panza), y al revés cuando exhalamos el aire, éste debemos sentirlo que procede del diafragma, que se contrae (hace el movimiento opuesto). Tenemos que evitar el uso exagerado de los pulmones, nos damos cuenta de esto cuando al respirar movemos los hombros. Cuando usamos correctamente la respiración diafragmal en los pulmones queda apenas una pequeña reserva de aire.
Además cuando inhalemos o exhalemos el aire, debemos hacerlo por la boca, intentando de neutralizar el pasaje del aire a través de la nariz (como si tomáramos una bebida con una pajilla). Más adelante veremos que puede haber alguna excepción de respiración por la nariz, por ejemplo utilizar la vía nasal para equilibrar la cantidad de aire, luego de haber tocado muchas notas aspiradas, liberando aire por la nariz.
Tanto al inhalar como al exhalar el aire es conveniente, también de relajar los músculos de la cavidad bucal, hacer como si pronunciáramos una letra “a”, para abrir un poco más de lo normal la garganta, con el objetivo siempre de ampliar la resonancia interna del cuerpo y mejorar el tono producido.



Share on Google Plus
    Blogger Comment
    Facebook Comment

0 comentarios:

Publicar un comentario